Fascismo en México
Fascismo en México
No hablamos de una forma peyorativa de fascismo, sino en la misma definición de los mismos fascistas, de la formas imitativas o altamente similares que existieron.
Ni tampoco debemos usar tan a la ligera el término como los que hablan de "la raíz nazi del PAN" o creen que los cristeros eran fascistas, incluso hablaríamos poco de de los sinarquistas, que no podrían ser llamados fascistas (Unión Nacional Sinarquista), aún incluso las Camisas doradas” (Acción Revolucionaria Mexicanista) ya que solo fueron un grupo de choque, conformado por villistas y veteranos de la revolución, a diferencia del sinarquismo representaron el nacionalismo secular, pero a pesar que los fascistas de Italia los vieron con desagrado al faltarles el elemento populista, demasiado elitistas y sin gloria de la escena política, estuvieron más cerca del fascismo al tener esos elementos revolucionarios, al ser conformado por grupos villistas (pero reaccionarios al comunismo, como los fascistas), en cambio los sinarquistas eran reaccionarios tradicionalistas, lo vemos en sus propias declaraciones de Salvador Abascal
“La Revolución ha querido reformar a México, pero sólo lo ha deformado ... La Revolución ha intentado sumergir la naturaleza de nuestro pueblo y destruir aquello en donde descansa su supervivencia -la fe católica, las tradiciones españolas, los hogares, los pueblos, la jerarquía, el orden político cristiano, el bien común; el sinarquismo apoya estos principios y por esto, lo repetimos una vez más, se declara agresivamente antirrevolucionario” [1]
“Cuando te pregunten ¿Qué es la Revolución? responde: anarquía; ¿Qué es el sinarquismo? la Contrarrevolución ” [2]
En cambio el jefe de las camisas doradas, expresó
“deseamos continuar la obra de Hidalgo, Morelos y los fundadores de la reforma y la revolución: Juárez, Madero y Carranza” [3]
Las camisas doradas no hacían mención en su programa a la Iglesia católica; ni aludían a la religión excepto cuando pedían la libertad de cultos, no defendían religión alguna, ya que era un problema de conciencia en el que no debía intervenir la autoridad. Los Sinarquistas estuvieron aun más lejos de ser un movimiento netamente fascista, fueron un gran movimiento de masas rural, católico y anticomunista, que aunque en cierta medida inspirados en la falange española, era pacifista, sin objetivos dictatoriales(entre los sinarquistas había poca simpatía por la guerra, y aún menos por el ingreso de sus hijos al servicio militar que, al hacerse obligatorio a principios de 1942, los líderes de la UNS se negaron a acatar, declarando que dependería de cada padre sinarquista permitir que su hijo ingresara o no. Pero cuando se le pregunto si el pacificismo era parte de la ideología central del sinarquismo o si estaba dispuesto a abandonar el pacificismo absoluto, dijo que el pacificismo solo era un medio y no un fin, también Abascal declararía que estaba dispuesto a tomar el poder supremo en México, así que a diferencia de lo que opina Savarino, si podría tener objetivos dictatoriales) y poco modernizador, no podría ser asemejado al fascismo solo por ser un movimiento de masas anticomunista, ni siquiera en el aspecto imitativo.
Se podría decir que podría también tener semejanzas con una teocracia con las declaraciones de Salvador Abascal:
“Ni el derecho de sucesión en una monarquía hereditaria, ni el voto de los ciudadanos en una democracia, son las verdaderas fuentes de autoridad ... No existe autoridad alguna que no proceda de Dios ... Por lo tanto, el orden social y económico debe subordinarse a la instrucción moral y dogmática de la Iglesia"[4]
Si la ARM es asemejada con el fascismo en Europa, la unión nacional sinarquista podría ser asemejada con los movimientos tradicionalistas de Europa, aunque habría quienes lo compararían con el rexismo de León Degrelle o la guardia de Hierro, aunque estos serían más populistas que el rexismo, pero su añoranza por el viejo régimen los pondría más cerca del tradicionalismo, si acaso entendiéndose como una « renovación nacional» quizás con esa misma nostalgia por el virreinato y la época medieval con la intención de renovar y volver a una "época dorada" del país, pero sin ningún o pocos elementos modernistas del fascismo.
Incluso al igual que Vasconcelos, con la derrota del eje en 1945 repudiaron el fascismo
“ El nazismo, que es específicamente una revolución hermana, hija legítima de la revolución protestante de Lutero, no puede ser nuestro modelo; ni lo puede ser tampoco el fascismo que, igual que el nazismo, consiste en la deificación de una raza o de un gobierno” [5]
Algunos opinaban que su moderación tras la derrota de Hitler en Stalingrado, pretendieron cambiar su bando hacia los aliados.
Así que probablemente su asociación con el fascismo ha sido más por grupos de izquierda que consideran fascismo al tradicionalismo, o simplemente el anticomunismo y el antisemitismo es sinónimo de fascismo para ellos, o bien por la misma estética nazi y parafernalia fascista de uniformes y como es el caso de la Acción Revolucionaria Mexicanista(ARM) y estar involucrados en subvenciones y financiamiento de origen nazi.
Sin embargo podríamos hablar de la similitud del gobierno mexicano con los de la Italia fascista.
Un escritor fascista que visitó el país en 1928, Mario Appelius, dejó un relato del México revolucionario, donde exalta su energía vital, sus esfuerzos grandiosos para forjar la nación y su heroica resistencia al imperialismo yanqui [6]
Ya Stanley Payne en 1980 había señalado las influencias fascistas en el gobierno mexicano durante los años treinta[7]:
Payne menciona los elementos clave del fascismo: corporativismo, Estado fuerte, partido único. Él observa el liderazgo carismático de Obregón, Elías Calles y Cárdenas, el apoyo oficial a las vanguardias culturales (el futurismo mexicano, el “Estridentismo”, fundado por Maples Arce en 1921 fue apoyado oficialmente, como sucedía en Italia con el movimiento fundado por Marinetti) así como el muralismo que era arte propagandístico a las masas, la movilización de las masas, el nacionalismo radical integrador y anti-imperialista son elementos que, en esa época, no se encuentran en otras partes del Continente - menciona Payne.
Así como las reformas sociales (ejido), económicas (nacionalización de los ferrocarriles y del petróleo), políticas (estado social) y culturales (nacionalismo artístico, educación, etc.)
El senador conservador del PNR Ezequiel Padilla expresa al respecto:
“El Jefe Máximo, por su política socialista y control político de las masas era comparable a José Stalin o a Benito Mussolini, pero ciertos hechos mostraban que Calles sentía mayor afinidad con Roma que con Moscú.”
No es descabellado pensar que el gobierno de México de esos años fue altamente influenciado o muy similar al fascismo, observemos el partido único de Elías Calles así como de sus aliados: Felipe Carrillo Puerto, Román Yocupicio y hasta Tomas Garrido Canabal.
Román Yocupicio fue gobernador de Sonora (1937-1939), de origen indio Mayo, líder carismático y populista que atrajo a gran cantidad de indios mayo a participar en el ejército, nacionalista anti-yanqui y antisemita y que al igual que Garrido Canabal creó sus versiones regionales que contrarestarian los proyectos centralistas de Vasconcelos o del marxista Lombardo Toledano, creó la Confederación de Trabajadores de Sonora , también creó la Unión de veteranos de la revolución de Sonora, la versión regional de la “Unión Nacional de Veteranos de la Revolución” organización que también estuvo relacionada con las camisas doradas y tuvo fuertes tintes fascistas, que en el cardenismo se unieron a grupos anticomunistas, fue llamado por sus adversarios como “el Mussolini de México” debido a sus posiciones antisemitas y nacionalistas, a diferencia de los demás aliados de Calles, detuvo la persecución anticlerical y devolvió las iglesias, luego después de que en un principio apoyara a Rodolfo Elías Calles y su persecución de sacerdotes y chinos, pero probablemente la reapertura de iglesias fue debido a que perdería el apoyo de indígenas y campesinos.
Felipe Carrillo Puerto : también fiel a Plutarco Elías Calles
Nació en el pueblo de Motul de una familia mestiza de la clase media, supuestamente descendiente de la dinastía maya Nachi Cocom de Mayapán. Habló maya, lo que le ayudó con sus iniciativas populistas.
Líder del Partido Socialista del Sureste, Carrillo Puerto había organizado los trabajadores en “Ligas de Resistencia” e implementado un programa radical de reformas sociales y educativas, con elementos nacionalistas y socialistas, haciendo énfasis en la gran herencia de la Civilización Maya para estimular el orgullo histórico-cultural del pueblo de Yucatán. También algunos lo critican de ser cualquier cosa, menos un demócrata, por su uso de la violencia como los fascistas y que era extremadamente autoritario[8] pero hay que ser cuidadosos con clasificar como fascista un movimiento por el uso de la violencia, como bien advierte Rubén Salazar Mallén, “La violencia no define a un movimiento politicosocial, porque es común a todos.” Pero como observa Savarino, su social-nacionalismo lo acerca bastante, su ideal modernista y revolucionario pero a la vez una idea que conectaría con la antigua civilización maya que asemeja esa panlingenesia que finalmente terminaría con la muerte de Carrillo Puerto en 1923 tras la rebelión militar.
Felipe Carrillo Puerto y Román Yocupicio eran sus más grandes aliados de Plutarco Elías Calles, así como Tomás Garrido Canabal, gobernador de Tabasco, fue parte de sus más fieles colaboradores de Elías Calles.
Camisas rojas de Tomás Garrido Canabal
(Tomás Garrido Canabal vestido de charro)
Canabal con sus camisas rojas(o bloque de jóvenes revolucionarios) con un alto grado de nacionalismo y anticlericalismo, una estructura paramilitar que imitaba bastante a las camisas negras o la misma forma de la persecución de las SA pero con persecución religiosa, como muchos observaban era una mezcla de fascismo y comunismo, elementos revolucionarios y modernistas
También sin olvidar a Rodolfo Elías Calles, hijo de Plutarco Elías Calles y gobernador de Sonora y su programa eugenésico para limpiar a México de la inmigración china, creó también una organización de camisas verdes para sabotear negocios de inmigrantes chinos y José Angel Espinoza quien hablaba de la inferioridad de las mezclas de los chinos y alabó a Plutarco Elías Calles así como a Rodolfo Elías Calles por salvar la raza mexicana de la amenaza amarilla.
Rodolfo Elías Calles formó las camisas verdes que fueron precedidas por las camisas doradas, Nicolás Rodríguez Carrasco militó en las camisas verdes donde principalmente actuaban en Sonora, para después formar las camisas doradas.
El tema de las ligas antichinas del partido pro raza también no solo se limitó a Sonora ni al callismo, vemos en el partido liberal de los hermanos Flores Magon, que en su programa pedía prohibir la inmigración china así como prohibir que los extranjeros en México fueran mejor pagados que los mexicanos y proteger a la raza indígena. El Gral Francisco Coss militó en este, Además el Gral formó parte de las camisas doradas y el Partido Nacional de Salvación Pública.
Todo esto iría desapareciendo por la condena mundial al fascismo en 1945, vemos al Frente Popular Antimperialista organizó un plantón frente a la legacion italiana cuando se supo de la invasion a Etiopia y en varias ocasiones amanecieron las paredes de la legacion alemana con pintas antinazis, por lo que tendió más al populismo y los grupos pro nazis fueron descalificados y censurados, sobre todo durante el cardenismo donde se acusaba a Lázaro Cárdenas de imponer un régimen bolchevique en México, de hecho, así como hubo simpatías con el fascismo y un gran mimetismo también existió en México una gran simpatía por el comunismo como sucedió con muchos intelectuales de la época, pero al mismo tiempo suscitó una gran oposición y formación de bloques anticomunistas, como la campaña anticomunista en Tabasco emprendida por la Confederación Regional Obrera Mexicana, donde un grupo de garridistas arremetio contra un contingente de jovenes que pretendian participar en la contienda electoral local, lo que provocó el inicio del desmonte del poder de Garrido Canabal, se suspendió la ayuda económica y se desmontaron los grupos callistas.
Sin embargo las camisas doradas y los sinarquistas continuaron con su militancia, por ejemplo el general Vicente Gonzalez, jefe de la policía capitalina, parecía estar en estrecha relación con el propio Nicolás Rodriguez, el fundador de las camisas doradas, pero pretendió protegerlos desde su nueva posición de secretario de agricultura a partir de junio de 1935 es el general Saturnino Cedillo, del que se habla de muchos grupos pro nazis que apoyaban su rebelión así como opositores a Lázaro Cárdenas.
Existió simplemente como una “teoria de conspiración” acerca del apoyo nazi a la rebelión de Saturnino Cedillo, sin embargo el general Román Yocupicio, gobernador de Sonora, formó parte la confirmación de está conspiración, se dice que él había estado recibiendo armamentos y fondos de agentes japoneses y alemanes: se le acusó de tener un acuerdo con los japoneses por el cual, en caso de llegar al poder, ellos podrían tener una base naval pesquera en Bahía Magdalena, Baja California, lo cual los pondría en una posición muy estratégica en relación con la flota norteamericana del Pacífico.
Una serie de artículos de la revista Ken, salió a la luz que Yocupicio estaba recibiendo armas de contrabando de los barcos japoneses: se quedaba con algunas y las demás llegaban a Cedillo por tierra[9]. Además, se decía que desde que Yocupicio había sido nombrado gobernador de Sonora se habían esparcido en el Estado agentes secretos de Alemania y que, aunque Wilhelm Hesselman (cónsul alemán en Guaymas acusado de ser el cabecilla del eje de espionaje en Sonora) no tenía tratos aparentes con el Estado, visitaba con frecuencia al general Yocupicio en Hermosillo[10]
Los Camisas Doradas incluso hicieron una guardia de honor al general Cedillo cuando llega a la capital a ocupar su nuevo puesto en el gabinete, Nicolás Rodriguez, aplaude su ingreso al nuevo gabinete y le recuerda la amistad que los liga, reconociéndolo como su jefe y amigo. También le dice: "Existe un enemigo poderoso que no pierde la ocasión de herirnos: el comunismo judaizante que está en el comercio, en la industria, en las instituciones bancarias y hasta en las esferas oficiales ... "
Pero pronto desaparecerían de la escena política por el golpe asestado por el gobierno cardenista, los .. dorados" tratan de asociarse con otros grupos que puedan congeniar con sus intereses de forma infructuosa, se llevaron a cabo reuniones en las que participaban las camisas doradas, antirreeleccionistas, vasconcelistas, cristeros y otros desafectos al gobierno, pero el constante desacuerdo en cuanto a tácticas, ideología, fechas de acción y posibles liderazgos no permitió una oposición firme.
Luis Cabrera(anticomunista al cuál le ofrecieron la candidatura del PAN pero la rechazó) y José Vasconvelos fueron también opositores al cardenismo igual que los anteriores, pero a diferencia de los anteriores opositores, pensaban que el Estado debia de limitarse a favor de la democracia y el individuo, también entre ellos existía una diferencia de opinión, a diferencia de Cabrera, José Vasconcelos opinaba que aunque el Estado debería ser minimizado, únicamente debería limitarse la acción de el Estado para privilegiar la defensa de la raza y la religión católica, en contra del imperialismo yanqui.
Esta posible unión de grupos de derecha y "fascistas" abortó claramente en 1938 con el fracaso de la rebelión cedillista.
Una vez fracasado el golpe de Saturnino Cedillo y arreciado la reacción gubernamental en contra de los grupos sediciosos a partir de 1938 se empiezan a desmoronar agrupaciones como la Confederación de la Clase Media, Ia Unión ProRaza, el Partido Antirreeleccionista y otros. Mientras en 1939 surgieron numerosos grupos políticos.
Entre los más activos estuvo el Partido Nacional de Salvación Pública (PNSP), formado a principios del año por un grupo de líderes militares de la época de la revolución, anterior a 1920; estos viejos revolucionarios, siguiendo un nacionalismo secular, que a diferencia de las camisas doradas que fueron formadas por ex villistas, estos fueron principalmente carrancistas y constitucionalistas. Una de las primeras manifestaciones de este grupo, fue un banquete realizado en Chapultepec, en noviembre de 1938, en el cual, en un discurso pronunciado por el coronel Bernardino Mena Brito, se definió la fuente de descontento del grupo.
Bernardino Mena Brito se quejó de la intervención del Estado en los mercados de producción, de una influencia comunista en el Congreso, del dominio del gobierno en los sindicatos laborales y de la política pro clerical del gobierno en años recientes. En el aspecto internacional, se lamentaba de la subordinación de la política mexicana a los deseos de Rusia, y de las maquinaciones del judaísmo internacional que desde Nueva York dirigía sus ataques al comercio de los pequeños propietarios mexicanos
Después de esta reunión, a principios de 1939, Mena Brito, junto con el general Francisco Coss, excomandante de caballería del bando de Villa, y el coronel Adolfo León Ossorio, ferviente carrancista de la vieja guardia, fundaron el PNSP.
Un personaje bastante relevante fue Adolfo león Osorio, que ya en 1918 organizó manifestaciones pro alemanas en la ciudad de México y estuvo a punto de incendiar El Universal(diario aliado que condenaba al eje), carrancista y antiobregonista, que en conferencias atacó al imperialismo norteamericano y “vaticinó ¡vidente! el zarpazo del oso staliniano.
Durante el régimen cardenista, fundó el Museo Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional
En 1952 publicó La guerra antigua, que mereció felicitaciones del nacionalista chino Chiang Kai Shek, él cuál la llamó “una joya de conocimientos militares”
También Chiang Kai Shek mandó a obsequiarle una bandera de la China nacionalista
se adhirió a los dorados en su oposición a Cárdenas y le dijo: “Dice usted que soy un agitador Está en lo justo Soy un agitador pero usted es otro, con la única diferencia de que usted está agitando para hundir al país y yo estoy agitando para ver sí puedo ayudar a salvarlo”
En los comienzos del PNSP , el partido expidió un manifiesto en el cual exigía elecciones libres, la eliminación de comunistas de los puestos oficiales y la expulsión de todos los judíos del país[11]
En enero de 1939, el PNSP contribuyó a suscitar un pequeño motín. cuyo principal objetivo fue de arrasar con varios comercios y negocios propiedad de judíos. Coss, Mena Brito y León Ossorio fueron arrestados por esta causa, pero pronto fueron liberados, ya que Cárdenas no quería convertirlos en mártires ya que para ese momento ya tenían un buen número de seguidores que fue aumentando gradualmente.
Al respecto, Bernardino Mena Brito expresó el 10 de febrero de 1939 en su defensa:
“El Doctor Castillo Nájera, al afirmar lo del presente que: "el gobierno de México haría caer todo el peso de la Ley sobre quienes fueran responsables de los disturbios antijudíos en la capital de México" y que "esos disturbios habían sido provocados por agitadores profesionales de los que ya estaban 26 detenidos". Y la prensa de Nueva York había dado la noticia de que los agitadores y provocadores de esos disturbios eran el General Coss, León Osorio, Luis del Toro, el que habla y otros. Lo que quiere decir que, todos los actos cometidos por la policía de México contra nosotros, fueron para desagraviar a un judío grosero, que en la calle del 16 de Septiembre golpeo a un mexicano. Huelga decir que el atropello de que fuimos víctimas no fue por injurias al Presidente de la República, ni por estorbar el tránsito en San Juan de Letrán, ni mucho menos por incitar a la rebelión, como dio noticia la prensa nacional..”
El PNSP comenzó a hundirse algunos meses después cuando, en junio de 1939, Almazán anunció oficialmente su candidatura para la presidencia. Coss, León Ossorio y la mayoría del partido apoyaron a Almazán e iniciaron su campaña. A la inversa, Mena Brito y otros líderes menores se burlaron del pronunciamiento, declarando que Almazán, mediante una conspiración intrincada trabajaba, en realidad, para Cárdenas y que la oposición que presentaba era simulada; por esto finalmente abandonaron el partido.[12] Seguidamente, León Ossorio fue expulsado porque sus vínculos con elementos nazis, fascistas y falangistas eran demasiado evidentes.[13]
León Ossorio declaró posteriormente que había abandonado la causa de Almazán voluntariamente, porque se dio cuenta de que Almazán se había vendido al dinero judío.[14]
El Partido Nacional de Salvación Pública continuó su labor de agitación, y en septiembre de 1939 Almazán y otro precandidato intentaron revivir la ARM para servir a sus proyectos.[15]
Almazán no fue la oposición de derecha que esperaba, era la representación de la parte liberal y progresista de la revolución mexicana como el mismo se decía, no solo estaba contra Cárdenas y el comunismo, sino contra el fascismo, y atribuyó esas violentas elecciones donde murieron más de 120 personas a los errores de Cárdenas, por su parte también defraudó a los opositores de Cárdenas al él inclinarse al liberalismo, el dijo que él representaba el ala progresista y liberal de la Revolución mexicana, enfrentada la degeneración "comunazi", una mezcla de fascismo y comunismo.
Se presentó al hermano de Nicolás Rodríguez para revivir a las camisas doradas pero se consiguió muy poco, La Vanguardia Nacionalista, una rama de la ARM original, dirigida por Rubén Moreno Padrés, reforzó sus ataques al gobierno en 1939 y en su propaganda frecuente de antisemitismo [16]
Así, mientras cada vez se sofocaban movimientos filofascistas se dió un giro cada vez más al socialismo en el gobierno de México.
Ya que desde febrero de 1936, Cárdenas procedió a consolidar su apoyo a los trabajadores formando la Confederación de Trabajadores Mexicanos, CTM, tomando la marxista CGOCM de Lombardo Toledano como núcleo. Ya el año anterior, el senador Ezequiel Padilla, miembro de la facción conservadora del PNR, declaró que los primeros meses de gobierno de Cárdenas se habían singularizado por una incesante agitación en las organizaciones laborales y por una propaganda extremista, lo cual había provocado una creciente inquietud en todos los círculos inversionistas.[17]
A esto Cárdenas respondió:
“Debemos combatir al capitalismo, la escuela liberal capitalista, que ignora la dignidad humana de los trabajadores y los derechos de la colectividad”.
También se llevó a cabo programas como la escuela socialista, cuyo objetivo fue cambiar los libros de texto para adaptarlos a normas socialistas, que de acuerdo al secretario de educacion, Garcia Tellez, debía hacer todo lo posible por destruir el fanatismo implantado por la iglesia católica lo que provocó la reacción de muchos grupos tradicionalistas como los cristeros y los sinarquistas.
Se estableció un programa ideológico muy propio del socialismo. Así mientras Ezequiel Padilla denunciaba el extremismo de Cárdenas, el nuevo ministro de Educación, Ignacio García Téllez, quien había declarado anteriormente que emplearía todas sus fuerzas para destruir a la iglesia católica, inauguró el Primer Congreso del Niño Proletario, y declaró que en los centros de educación gubernamentales la palabra Adiós se sustituyese por Salud, camarada.[18]
El presidente Cárdenas decretó en ese mismo año que las escuelas privadas tendrían que impartir educación socialista o serían cerradas, y poco después declaró que únicamente el Estado podría impartir la educación primaria, secundaria y normal.[19]
La Universidad Nacional Autónoma de México también estaba inconforme con los postulados de la educación socialista y un conflicto en torno a los programas de estudio de la Escuela Nacional Preparatoria produjo en la Universidad gran animadversión contra el Estado.
Finalmente estos intentos de socialismo finalizaron, pues mientras Cárdenas le dio un giro al socialismo, Ávila Camacho le dió un giro más a la derecha conservadora , afirmando que él no era socialista sino demócrata, que Cárdenas y Lombardo Toledano no participarían en su régimen, y que a ningún comunista se le permitiría intervenir en su gobierno. Muchos pensaron entonces que estas declaraciones buscaban provocar un efecto previsto en los partidarios de Almazán, cuya rebelión era inminente en esas fechas. Negoció para finalizar los conflictos con la iglesia por lo cual varios católicos mexicanos dejarían de mostrar su descontento neutralizando también a los sinarquistas [20]
Ávila Camacho siguió esta línea de conciliación entre el Estado y la Iglesia diciendo frecuentemente a quienes lo escuchaban que la revolución no había pretendido destruir la religión
Al principio de la administración demostró que no quería contribuir a ningún cambio de esta tendencia, cuando el arzobispo informó a los clérigos de su arquidiócesis que tenían que ser cuidadosos en evitar que los católicos bajo su dirección se involucraron en actividades que pudiesen provocar al gobierno. En una circular fechada el 15 de marzo de 1941. ordenaba que cuidaran mucho que las organizaciones de la Acción Católica en la arquidiócesis se abstuvieran no sólo de toda acción política propiamente dicha, sino también de cualquier acción cívica, de acuerdo con las normas de la santa sede y el episcopado mexicano.[21]
Salvador Abascal, presidente de la UNS, encontraba algo tolerabIe en el gobierno mexicano. Con respecto a Véjar, dijo que: Por sus palabras y acciones promete ser el sucesor de José Vasconcelos y, por lo tanto, un ministro decente que va a poner fin a un asunto miserable[22]
Con esto finalizó una era de choques entre comunismo y fascismo, que más tarde se incrementaría está tendencia con la caída de la llamada "cortina de acero" , personajes como Salinas de Gortari, Tatcher, Gorbachov, entre otros más, que provocaron la llegada del neoliberalismo, por otro lado muchos analistas comentan que el hecho que la revolución se extendiera tanto tiempo, la mantuvo fluida para todo tipo de influencias extranjeras, otros también opinan , como Carlo Grenet
“El gobierno mexicano es de tendencias más bien bolcheviques, si de tendencias se puede hablar en un país donde los partidos son de carácter destacadamente personal, los intereses por el poder ligados a raterías y malversaciones, las revoluciones a la orden del día”
Por lo que también sería erróneo hablar de un fenómeno auténticamente fascista en México, pero sí con mucho mimetismo o una gran influencia como observa Stanley Payne, una influencia en la forma de gobierno más que en cualquier otro país de América Latina, esto por supuesto en cuanto a corporativismo, modernidazación , caudillo carismático así como los movimientos antisemitas, anticomunistas y nacionalistas que recuerdan mucho al fascismo o al nacionalsocialismo.
Referencias:
[1] El Sinarquista de 23 de mayo de 1942, citado en Kirk, Mexican Pront, p. 316, y Betty Kirk, Mexico's Social Justice Party, The Nation, CLVI, 12 de junio de 1943, p. 828.
[2] El Sinarquismo, 13 de febrero de 1941.
[3] El Universal, 5 de marzo de 1936
[4] Abascal, Mañana, 14 de octubre de 1944, p. 50
[5]El Sinarquista de mayo de 1941. como se cita en Padilla, p. 217
[6] APPELIUS, Mario. L’Aquila di Chapultepec. Milano: Mondadori, 1933
[7] PAYNE, Stanley G. Fascism. Comparision and definition. Madison: The University of Wisconsin Press, 1980.
[8] https://mayapolitikon.com/
[9] Ken, 20 de abril de 1939, p. 15
[10] Ibid., p. 14.
[11] León Ossorio, Mis confesiones (México, 1946), p. 55.
[12] Mena Brito, Hablando claro: mis trabajos por el Partido Nacional de Salvación Pública (México, 1939), p. 103.
[13] Voz Nacional, 27 de enero de 1940, p. 7.
[14] León Ossorio, Mis confesiones, p. 57
[15] Tiempo, 28 de abril de 1944, p. 11.
[16]Weyl, pp. 359-360; La Prensa, 2 de enero de 1939; La Semana, 6 de agosto de 1939.
[17] Wilkie, Ideological Conflict, p. 63; et seq.
[18] Dulles, p. 626.
[19] Ibid., p. 627.
[20] New York Times, 11 de noviembre de 1940.
[21] Gaceta Oficial del arzobispo de México, abril de 1941, p. 125.
[22] León, El sinarquismo y su líder, Hoy, 22 de noviembre de 1941, p. 49
Bibliografía recomendada:
Savarino, Franco FASCISMO EN AMÉRICA LATINA: LA PERSPECTIVA ITALIANA (1922-1943) Diálogos - Revista do Departamento de História e do Programa de Pós-Graduação em História, vol. 14, núm. 1, 2010, pp. 39-81 Universidade Estadual de Maringá Maringá, Brasil
La derecha radical en México 1929-1949, Hugh Campbell 1977
Las camisas doradas Ricardo Perez Montfort, 1986
DOI: http://dx.doi.org/10.18234/
Mena Brito, Hablando claro: mis trabajos por el Partido Nacional de Salvación Pública, 1939
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