Influencias de la alquimia árabe-musulmana en España
La influencia árabe en España ha sido en varios ambitos culturales: gastronomia, arquitectura, lenguaje, conocimientos de algebra y alquimia, entre otros.
los árabes dieron varios nombres para instrumentos relacionados como: el álcali, sosa o cenizas de plantas alcalinas; la tucia, óxido de zinc; el vitriolo verde, sulfato de hierro, o el aceite de vitriolo,Se recogen y describen también procesos tan sugestivos como el de fabricación del acero, la impermeabilización de telas, la
preparación de numerosos tintes, barnices y aceites vegetales, o la fabricación de vidrio
transparente, de mucha mejor calidad que el conocido hasta entonces, mediante el uso de dióxido de
manganeso. Las descripciones de los hornos y demás instrumentos que formaban parte de los
laboratorios son, asimismo, muy completas en los numerosos tratados de alquimia musulmana.
El poeta andalusí Muhyiddin Ibn’Arabí, que vivió entre los siglos XII y XIII en el entonces reino de Murcia, uno de los que surgió de la desintegración del califato cordobés hacia el 1031, hizo varios descubrimientos.
el persa Abū Bakr Muhammad ibn Zakarīyā al-Rāzī, conocido en
Occidente como Rhazés, que vivió entre los siglos IX y X. Al-Rāzī era un racionalista, en Bagdad tenía su laboratorio, enseñó en la universidad y llegó a ejercer la dirección del hospital más
importante. Pasa por ser también uno de los grandes pensadores del islam, cuya influencia en la
medicina y la ciencia europea fue enorme. Por ejemplo la traducción al árabe de la Materia médica, del griego Dioscórides, regalo personal del
emperador de Bizancio al califa Abd al-Rahman, primero, y la introducción, algo más tarde, de la
Enciclopedia de los Hermanos de la Pureza, que abrió camino a la extensión de la mística sufí en
al-Ándalus(de manera que conectaron el imperio romano de oriente con Europa occidental por medio de España), favorecieron la extensión de las prácticas alquímicas y médicas.
Maslama Ibn Ahmad, nacido en Córdoba a mediados del siglo X pero que, por
pasar casi toda su vida en la futura capital de España, fue conocido como Maslama al-Maÿritî, es decir Maslama de Madrid. Publicó numerosos tratados de geografía, astronomía y otras ciencias naturales, como
la titulada "Rutbat al-hakim", en castellano "La distinción del sabio", que trata acerca de la alquimia. En
ella da instrucciones para la purificación de los metales preciosos; describe el óxido de mercurio, e
incluso cabría considerar que demuestra por primera vez, bien que de forma un tanto esquemática, el
principio de conservación de la masa, atribuido ocho siglos después al francés Antoine Lavoisier.
otro gran alquimista fue Abu l-Qasim Jalaf ibn al-Abbas al-
Zahrawi, más conocido como Abulcasis, médico y científico cordobés, escribió un tratado en 30 volúmenes sobre la práctica médica titulada "Kitab al-Tasrif"(Libro de la disposición de la cirugía),uno de sus capítulos se dedica en su integridad a la descripción de numerosas sustancias de origen mineral, así como de los procesos de obtención de determinados compuestos químicos. De estos conocimientos alquimicos, pasarian a España, por ejemplo Hugo de Santalla, que trabajó hacia 1140 en Tarazona(actual provincia de Zaragoza). Él encontró una biblioteca, perteneciente a la familia Banu Hud, donde encontró varios conocimientos alquimicos de los arabes, como las 10 traducciones del árabe al latín, entre ellas la del Liber de
secretis natura et occultis rerum causis, título bajo el que se conocía en la Edad Media la famosa
Tabula smaragdina de Hermes Trimegisto.
En Castilla se recopilarob varias obras, el Lapidario de Alfonso X, dedicado al estudio de las propiedades de las
piedras, incluyendo astrología, incluso se menciona el titulado "Tesoro del rey don Alfonso X llamado el Sabio", donde se muestra conocedor de las artes alquímicas. Tambien en la corte aragonesa el lugar donde la alquimia recibió gran impulso, por ejemplo el rey de Aragón Pedro IV autoriza de forma explícita la práctica de trabajos
alquímicos a Bernardo de Olzinellas y Gabriel Mayol, que habían solicitado ese permiso para
fabricar así objetos de oro y plata con la intención de venderlos después de pueblo en pueblo.
Felipe II, fue el católico mas interesado en la alquimia, pues en 1557, el año de su primera bancarrota, el rey español contrató también a su primer alquimista, seguido de varios otros mas, de modo que montó un
laboratorio con el objetivo explícito de obtener oro a partir de una mezcla de este metal con plata,
plomo, cobre y salitre. En 1576 el monarca ordenó que trabajase un
mahometano de Fez.Puso mucho interes en la destilación de remedios a partir de
sustancias orgánicas e inorgánicas. El monasterio y palacio de San Lorenzo de El Escorial se convirtio en símbolo de la hegemonía española en el mundo, albergó el mayor
laboratorio de destilación de toda Europa. En 1564, mucho antes de que se dieran por
concluidas sus obras, se constata la presencia de destiladores en la corte. Fue por entonces cuando un
flamenco, de nombre Francisco Holbeque, trabajó para el monarca en un laboratorio instalado en un
pabellón de los recién abiertos jardines de Aranjuez. Pero ya terminado El Escorial, daría comienzo la instalación en una de sus torres, la llamada de la Enfermería o de la
Botica, de un impresionante laboratorio de destilación, todas estas prácticas de medicina y alquimia llegaron a la corte inglesa, por medio de el célebre alquimista John Dee.
posteriormente la alquimia se transformó en química, en la Nueva España convergieron los conocimientos tradicionales de herbolaria indígena con lo traido del nuevo mundo, ya que se tenian varios conocimientos de plantas curativas, de procesos químicos como la nixtamalización, el uso de sapogeninas de la planta del amoli, el hule, la extracción de fibras vegetales como el mecate, ixtle asi como de los procesos de fermentación de bedidas alcoholicas.Algunos descubrimientos relevantes fue el beneficio de patio, que en la Nueva España se inventó, del cual se uso para amalgamar la plata En 1801 Andrés Manuel del Río descubrió el vanadio al analizar un plomo pardo de Zimapán, nuevo elemento al que puso el nombre de Erythronium. Desconfió de su hallazgo, ya que la equivocada influencia de algunos químicos lo convenció de que era cromo. El elemento fue redescubierto en 1831 por Nils Gabriel Sefström, quien lo llamó vanadio
Bibliográfia: Breve Historia de la Alquimia, Luis E. Iñigo Fernandez, 2010
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